Además de los países y regiones que lo hicieron extraordinariamente bien, Taiwán, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Grecia, República Checa, Austria, Polonia, Portugal, que salen del pozo mientras lo cuento, siempre con gusto, algunas declaraciones de médicos y sanitarios de la trinchera, en el sentido que hay plazas libres y respiradores en las unidades de cuidados intensivos, se desmontan o desalojan los hospitales de campaña, hay menos ingresos, al menos por el heroismo de estas bellas personas, héroes a su pesar, y muchos víctimas, como los 9 farmacéuticos, más de 20 médicos, no me quiero olvidar de los cuidadores de las residencias de ancianos, verdadera zona 0 en España, el peor de la clase junto con China, Irán, Italia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, pero con la total seguridad de que nada volverá a ser igual en los hospitales prohibidos para el resto de la población, aunque admirable también el esfuerzo de sus profesionales jugándose sus carreras por enseñarno la verdad, además de mantener el cordón umbilical electrónico de los infectados en algo tan sensible como la comunicación, ya podemos darnos con 1 canto en los dientes los que no los tuvimos que pisar, siendo eso lo que se nos exigía, aunque no por ejemplo verlos en los medios con ojos de enfermos y enfermeros, en estos días de encierro forzoso descargué las últimas fotos que hice días antes del confinamiento, y veo cercano el día de consumar mi plan, que consiste básicamente en ir a ver y fotografiar el día después en el mismo sitio que lo dejé. Con 177.633 infecciones reconocidas, 18.579 muertos a ritmo de 523 las últimas 24 horas, que además son cifras de mínimos, pues siguen sin hacerse tests de seroprevalencia y ni los países con mejores científicos, como me parecen Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, incluso Israel, no solo no dan con la vacuna, desde mi punto de vista imposible, pero me valdría con el antídoto, ni menos la cura segura, lo que llaman inmunidad de rebaño, pues en países que capearon el temporal por autoaplicarse medidas de cuarentena sus propios ciudadanos en cuanto suenan las alarmas por tener vecinos tan molestos, no quiero enredar más sobre el asunto, pero me parece como 1 de esos problemas de examen en los que nos pasan 1 chuleta completamente errada, o desenfocada desde el principio en aspectos como el parecido con lo que llaman gripe o la inmunidad de rebaño. No tengo pruebas ni posibilidad de obtenerlas, pues aunque sea de manera intuitiva, estoy en arresto domiciliario desde antes de que se decretara, por miedo sobre todo a la ignorancia donde otros se lo tienen a los experimentos totalitarios jugando con la salud e incluso con la vida. Por si acaso, y 1 vez más, los ancianos de las residencias y sus cuidadores también fallecidos, otro dato que se escamotea, no viajan a Wuhan, China, ni a Milan a ver partidos de champions, junto a dirigentes principales de los que se pensaría pon su mismo lógica que son unos guarros que no se lavan las monos ni se toman las precauciones que cuando lo cuento, imponen a más de la mitad de la población del planeta. Yo tampoco tengo la solución al problema, ya me gustaría, pero creo que es evidente que el agente infeccioso es algo más que el contacto con contagiados, no tanto el aire que respiramos y la contaminación, como la carga viral del agua corriente. Y los casos que se me escapan, como por ejemplo agentes de la autoridad, además de los cuidadores de residencias de ancianos, enfermeras, médicos, jóvenes, hasta niños fuera de los grupos de riesgo, que no discuto, solo demostraría que el órgano realmente atacado es el tiroides, muy sensible al stress como al te todos, unos más y otros menos, estamos sometidos, que si bien no causa la muerte como el corazón o los pulmones, al ser 1 regulador de los otros órganos, y me atrevería a decir que síntomas, es el que provoca esas muertes súbitas que también se diagnostican como #coronavirus #covid19. Hasta la fecha, la prueba más solvente o potable de lo que digo, es la muerte de 1 tigresa del Zoo de New York, a la que se atribuyen relaciones impropias con sus cuidadores como para compartir el virus. Sería tan fácil como encontrar y analizar otro animal muerto del que no se sospeche o pueda concebir contacto con humanos, junto o cerca de fuentes de agua embalsadas, pues si lo que digo aún a riesgo de equivocarme y quedar en ridículo es verosímil, debería haber más que humanos, excepto si tuvieran órganos olfativos o de otro tipo que los alertaran, pero incluso en ese caso, estarían muriendo de sed.
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paisajes después de la batalla
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